lunes, 22 de febrero de 2010

APOYANDO NUESTRA POESÍA LOCAL


COMPAÑERA
La sangre de miles de muertos
nos unía
como una gran lágrima sonriente.
Ella era la alegría toda
Yo era la nostalgia pura
Y la risa y el llanto se hicieron uno.
Por breves momentos.
El amor nos había escogido
para jugar un corto juego.
Y compartimos mil recuerdos.
Mil canciones y mil sueños.
El amor nos había escogido.


Pero comenzó la división doctrinaria
Y el amor se transformó en recelo
Un mismo ideal nos unía
Según yo.
Un origen común nos unía
Según yo.
Una misma bandera
Según yo.
Pero no era así.
Ella se aferraba a su razón.
Ella fue alejada de mí.


Comenzó la pena interminable
La lucha desigual y ridícula
Y pasó el tiempo
Y llegó la indiferencia.
La cruel indiferencia.
Yo sentía el olor de otras flores
pero su aroma siempre regresaba;
y me hacía mal.
Ciertamente el amor
ya nos había olvidado.


Nos separaban mil geografías
Nos separaban quinientas batallas
Y yo era derrotado
en el combate diario.
Pero jamás la olvidé.
Jamás aparté sus ojos
de mi pensamiento.
Jamás aparté su pelo
de mis sueños.
Ella fue transformada
en una idea
en mi cerebro.


Hoy ya es demasiado tarde.
Ha triunfado la horrenda criatura.
El amor nos escogió una vez
Pero creo que nos ha olvidado.
Hoy ya casi no nos saludamos
Hoy ya casi no existimos.
Adiós mi muchacha roja
El beso triste se ha ido
para siempre.
Que pena que todo haya terminado.
Pero en fin,
ha terminado.
Me hubiera gustado
ser feliz contigo.
Algún día
Cuando fuéramos dioses.
MAULÉN